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  • Mauricio Florez-Morris, Ph.D.

El Ego es el Enemigo de los Políticos


Muchas campañas políticas enfocan gran cantidad de recursos para entender y manejar elementos externos, como aprovechar tendencias de opinión pública, recolectar recursos, hacer coaliciones, estudiar a la oposición e incentivar votantes el día de elecciones. Lamentablemente con frecuencia se olvida que una importante fuente de dificultades surge del mismo candidato y de sus asesores. Uno de estos problemas internos que afecta el buen desempeño de la campaña es atribuible al "ego" de sus protagonistas. Si esto no se corrige a tiempo puede incluso afectar al equipo político al llegar al gobierno.

Ryan Holiday en su texto "El Ego es el Enemigo" (Editorial Paidós, 2017, 250 páginas) [Versión en inglés: "Ego is the Enemy", Portfolio/Penguin, 2016] nos ofrece una valiosa aproximación al estudio del ego como obstáculo para alcanzar y mantener el éxito. Su libro claramente define el concepto de ego y lo identifica en ciclos de tres etapas para los líderes y sus equipos. Un primer momento es cuando ellos aspiran a obtener un estatus o a ocupar una posición importante. Después el problema del ego se transforma y puede empeorar durante periodos de triunfo cuando se llega a puestos de reconocimiento social y poder. Por último, el ego también tiene efectos devastadores cuando los personajes sufren retrocesos o declives en sus carreras. Estos tres momentos del ciclo de poder están claramente identificados con ejemplos de líderes políticos, sociales y del mundo de los negocios. Más importante aún, para cada una de estas etapas, el autor ofrece una útil batería de consejos prácticos para prevenir y disminuir problemas asociados con el ego de estos personajes. A continuación, una breve síntesis de algunos de los puntos más relevantes del libro.

 

¿Qué es el ego?

Holiday nos muestra cómo el concepto de "ego" puede tener diferentes definiciones dependiendo de la escuela de psicología que se consulte. En el libro se define como "una creencia malsana en nuestra propia importancia. . . . Es el sentido de superioridad y certeza que excede los límites de la seguridad en uno mismo y del talento." (p. 22).

¿Por qué "el ego" es un enemigo?

El libro explica que el ego funciona como una fuerza de gravedad porque frena a las personas para alcanzar el real potencial en su profesión. El ego distorsiona la realidad, limita el tener conciencia de situaciones, hace que no se sigan mejorando las habilidades, obstruye el potencial de trabajo creativo, frena la colaboración en equipo y boicotea la posibilidad de construir relaciones basadas en lealtad y mutuo apoyo. El ego se manifiesta en actitudes arrogantes, las cuales pueden ser confundidas por la persona con la creencia de tener enorme autoconfianza o con la idea de poseer el don de ejercer el poder. Un político con problemas de ego es aquel que no está interesado o es incapaz de recibir consejos u opiniones de personas externas a su círculo de amigos y aduladores. Es aquel que es incapaz de reconocer o crear oportunidades porque prefiere vivir dentro de su fantasía. Uno de los principales síntomas del ego es la arrogancia, la que se encuentra en candidatos que, por haber ganado una o dos elecciones, ya creen saber cómo resolver cada nuevo problema en una campaña. El autor admite que en la historia han existido varios ejemplos de reconocidos políticos con grandes egos, pero su delirio de superioridad, el vivir ensimismados y el estar desconectados de la realidad, han sido los síntomas más recurrentes en sus fracasos de liderazgo. Situaciones donde el ego les impidió que se destacaran en su profesión.

Para Holiday todos estamos expuestos a tener un ego inflado. Una razón es la tecnología como las redes sociales, las cuales incrementan nuestro sentido de auto-importancia, al darnos plataformas para expresarnos y aglutinar grupos de amigos y seguidores. Adicionalmente existen elementos culturales y sociales que acrecientan el ego. Culturalmente cada vez más se espera que pensemos en grande, que vivamos la gran vida, que seamos recordados y que siempre estemos procurando ser mejores. Valores opuestos al ego como la humildad rara vez son enseñados y no reciben igual validación social. En el caso particular de los políticos, en la medida que ellos van ascendiendo a posiciones de mayor poder, se va agregando a su entorno un creciente número de fanáticos y aduladores, quienes integran "el comité de aplausos" y compiten por su favorabilidad usando diferentes mecanismos para inflar el ego de sus líderes.

 

Problemas del ego en los aspirantes a puestos de liderazgo y algunos consejos para su manejo

El primer aviso de precaución va dirigido a las personas ambiciosas que sin estar preparadas asumen posiciones o responsabilidades que sobrepasan sus capacidades. Holiday señala que una de las más importantes habilidades que una persona debe tener, es evaluar honestamente su potencial actual. Esto no se logra escuchando elogios de terceros o enfocándose únicamente en sus talentos y fortalezas, sino analizando de forma sincera los logros ya obtenidos y su trayectoria de trabajo. Para el autor, elementos como el talento, las habilidades y hasta la autoconfianza de un aspirante a ser líder, no son tan importantes como su humildad, su diligencia y su autoconocimiento. De hecho, una característica común en muchos de los grandes líderes políticos es que son personas que tienen un amplio conocimiento de si mismos. Un ejemplo de liderazgo basado en la humildad se ejemplifica con la figura del general William Tecuseh Sherman, quien luchó para el norte en la Guerra Civil de los Estados Unidos, y aun hoy en día, es considerado uno de los mejores estrategas militares de ese país. En varias ocasiones, el sentido del propósito del General Sherman, el cual era ganar la guerra, prevaleció sobre su ego, eso lo hizo rechazar ascensos y otros honores, al no sentirse preparado o merecedor de ellos.

 

Holiday también indica que las personas con ego que están empezando una profesión como la política, tienden a hablar mucho y a actuar poco. Ellas suelen creer que "decir cosas" remplaza el "hacerlas". Un ejemplo son los seguidores en redes sociales que muchos candidatos tienen y que no siempre salen a votar. Esto es en parte porque hacer las cosas es más difícil que simplemente hablar sobre ellas. De hecho, investigaciones indican que personas que constantemente hablan y/o visualizan sus objetivos, con el tiempo empiezan a pensar que ya están haciendo algo efectivo para lograr sus metas, lo cual rara vez es cierto. El autor resalta la importancia que en ocasiones tiene el silencio selectivo, pues el mismo puede demostrar fortaleza y darle al aspirante mayor flexibilidad estratégica durante su ascenso a una posición de poder. Especialmente, entre más inciertas son las metas buscadas, más costoso y arriesgado puede ser hablar sobre ellas. De hecho, las personas más ocupadas en una profesión, son las que tienen menos tiempo para hablar, y cuando lo hacen, es porque en su trabajo previo han ganado ese derecho. El ego se infla fácilmente con las palabras, pero son las acciones, el conocimiento y las anteriores experiencias lo que realmente ofrece una base sólida para avanzar a puestos de liderazgo.

El ego también nos impulsa a ser alguien, pero esto no es lo mismo a hacer algo significativo en la vida. En este punto, el libro rescata las enseñanzas de John Richard Boyd, estratega de lucha aérea en los Estados Unidos (quien ayudó en la creación de modernos aviones de combate como el F-16). El decía que para "ser alguien" se requiere hacer compromisos con otros, seguir las reglas preestablecidas y pertenecer a círculos de amigos, mientras que las personas que "quieren hacer cosas" no pueden comprometer sus metas, y deben ser sinceros con sus amigos y consigo mismos. Para Holiday, siempre se encontraran momentos en la vida en que ambas alternativas se contradicen y debemos escoger entre: hacer cosas realmente importantes o ser guiados por el ego para aumentar las posibilidades de figurar y ser el centro de atención. El autor sostiene que esta última alternativa ofrece apariencias engañosas pues, por ejemplo, el tener un puesto de autoridad no significa ser una autoridad en el tema. El tener el derecho de actuar, no garantiza poder hacer lo adecuado. El recibir un ascenso no siempre es el resultado de haber hecho un buen trabajo. El tener la capacidad de impresionar a otras personas no significa necesariamente ser una persona valiosa. El querer siempre figurar hace que el aspirante a un puesto de liderazgo se convierta en esclavo de su ego.

Posiblemente uno de los más valiosos consejos que ofrece el libro para frenar el ego es el de asumir la actitud de ser estudiante. La relación del pupilo con el maestro es un efectivo antídoto contra el ego pues coloca al aprendiz en una posición de humildad al reconocer que otras personas pueden tener un mayor conocimiento sobre los temas de estudio. Holiday ilustra esta situación, con el caso del guitarrista Kirk Hammentt, quien después de ser contratado por la famosa banda Metallica, decidió tomar clases de guitarra por varios años para continuar perfeccionando su estilo. Según el autor, otras personas con mayor ego hubieran considerado que ingresar a esta importante agrupación musical significaba que ya no era necesario continuar aprendiendo, pero Hammentt reconoció que aún podía mejorar más, y esto le permitió convertirse en uno de los mejores guitarristas de su tiempo.

Por otro lado, Frank Shamrock, múltiple campeón de artes marciales mixtas aconsejaba adoptar el "Sistema Más, Menos e Igual". El mismo se resume en que toda persona debe buscar oportunidades para interactuar con un mejor contrincante para aprender de él, con alguien no tan bueno para poder enseñarle y con iguales para poder comparar capacidades. El objetivo de la formula Shamrock es "tener una retroalimentación continua y verdadera de lo que cada uno sabe y lo que no sabe, desde todos los ángulos." (P. 60-61). Esto implica aceptar que otras personas tienen conocimientos que nos pueden ayudar a ser mejores en nuestro trabajo, y que falsas ideas sobre nuestras capacidades pueden rápidamente causarnos serios problemas, tanto en un combate de artes marciales como en una elección.

Holiday señala que la capacidad para ser un eterno estudiante es una característica que se encuentra en muchos de los mejores líderes. Por ejemplo, nos presenta el caso de Genghis Khan, el famoso conquistador de Mongolia, quien logro impresionantes victorias debido a su habilidad para absorber las mejores tecnologías, prácticas e innovaciones que encontraba en cada nación que conquistaba. El sabia que entender un campo de estudio y tener maestría en el mismo requiere de un proceso continuo de aprendizaje. Cuando debido a su ego, los políticos y sus asesores piensan que lo saben todo, allí es cuando ellos empiezan a cometer errores y los problemas salen a flote.

 

Otro elemento que infla el ego de las personas al principio de sus carreras está asociado con la gran pasión que ellas muestran en su labor. Holiday nos relata cómo detrás de muchas grandes derrotas hay personas apasionadas con su causa. Él agrega que la pasión muchas veces es una máscara de otros elementos negativos como la debilidad, el ímpetu desmedido y hasta el frenesí. En ocasiones, la pasión hace que políticos, no tengan la capacidad o la preparación mental para entender las objeciones y las reales preocupaciones que otros les manifiestan. Un ejemplo lo ofreció George W. Bush y sus colaboradores al decidir invadir Irak. Para el autor, este fue un acto pasional donde poco se midieron las consecuencias. Otro ejemplo en lo económico lo ofrece la pasión mostrada por los inversionistas de los vehículos electricos Segway, quienes pensaban que el mismo iba a substituir rápidamente a los automóviles y no prestaron atención a numerosos factores que limitan su utilidad.

Holiday propone substituir la pasión por el propósito. Esto implica dejar de incluir el "yo" en la narrativa de cómo se van a lograr grandes cosas y concentrarse en lo que se necesita hacer y decir para cumplir con las metas. El autor sostiene que las personas que actúan con propósitos claros usualmente: ". . . contratan profesionales y los usan. Hacen preguntas, preguntan qué puede salir mal, piden ejemplos. Planean las contingencias. Luego, se lanzan a la carrera. Por lo general, empiezan dando pequeños pasos y después de completarlos buscan retroalimentación para entender cómo pueden mejorar la siguiente etapa. Empiezan a ganar siempre y van mejorando a medida que avanzan, usando con frecuencia esos triunfos para crecer exponencialmente y no aritméticamente." (p. 71) En otras palabras, una labor importante de alguien que quiere llegar a un puesto de liderazgo y de su equipo, es la de encontrar un sistema para ganar e irlo perfeccionando en un proceso de acumulación de experiencias y oportunidades que puede llevar años. La pasión es para amateurs mientras que los profesionales se concentran en el propósito. Un experto debe enfocarse en las cosas que se necesitan hacer o decir para cumplir con una meta, no en las que le importan o en las que lo hacen lucir mejor frente a los otros.

 

El libro también destaca la importancia de saberse contener en momentos de injusticia, cuando nuestros esfuerzos son ignorados o poco apreciados por superiores u otras autoridades. Se observa cómo en estas situaciones el ego hace que las personas reaccionen equivocadamente ante eventos que ellos consideran injustos. Estas reacciones en caliente inducidas por el ego no siempre son la mejor respuesta. Frente a esto, Holiday subraya la importancia de contenerse y no dejarse distraer con las adversidades. Por ejemplo, él se refiere a lo dañina que puede ser la frase: "¿Acaso usted no sabe quién soy yo?" (p. 86), la misma que ha puesto en graves aprietos a políticos, quienes, en algunos casos, reaccionaron inadecuadamente motivados al sentirse tratados injustamente. Contenerse ante situaciones que se consideran injustas es fundamental para avanzar. Uno de los mejores consejos para alguien que empieza en la política lo da Holiday cuando dice: "No importa lo talentoso que sea, las conexiones que tenga, cuánto dinero haya ganado. Cuando usted quiera hacer algo-algo grande, importante y significativo-, será sometido a un tratamiento que va de la indiferencia al sabotaje directo. Puede estar seguro de esto." (P. 85). Por eso tener control sobre el ego es importante para saber sortear todas las adversidades que se van presentando en la vida pública.

Otros consejos que da Holiday para controlar el ego cuando se inicia una carrera son: trabajar por un tiempo como aprendiz, no adelantar logros o triunfos que aún no se han obtenido, evitar mostrar orgullo por las primeras victorias, y enfocarse en trabajar lo máximo posible. Para el autor, una diferencia clave entre el profesional y el aficionado está que mientras el primero trabaja, el segundo habla. El libro destaca ejemplos en la política, como es el caso de Bill Clinton quien de joven ya trabajaba en este campo. Su primera labor consistió en iniciar ". . . una colección de tarjetas sobre las cuales escribía nombres y números telefónicos de amigos o conocidos que podrían ayudarle cuando entrara a la política. Cada noche, antes de tener razones para hacerlo, Clinton revisaba la caja, hacia llamadas telefónicas, escribía cartas o hacía anotaciones. Con los años esta colección creció hasta llegar a tener 10,000 tarjetas, que al final fueron digitalizadas. Eso fue lo que lo hizo llegar a la Oficina Oval y sigue dándole dividendos." (p. 103).

Aunque las universidades ofrecen títulos de maestrías en cuatro semestres, y aunque estos programas, cuando están bien estructurados, le permiten al estudiante organizar su conocimiento de forma eficiente y continuar acrecentándolo después de graduados, la verdadera maestría en una profesión involucra un esfuerzo continuo y sin fin de adquisición de conocimientos. Enfatizando la importancia de ejercer la profesión, Holiday nos recuerda al famoso senador y basquetbolista Bill Bradley quien decía: "cuando no estas practicando, debes recordar que hay alguien, en algún lugar, que sí está practicando y cuando te lo encuentres ganará" (p. 104). La idea es que no hay triunfo sin esfuerzo y que por más que se pretenda haber hecho algo, llega un momento en que toda simulación se descubre. Aunque el autor enfatiza la importancia de la práctica como elemento de superación profesional, también es necesario desarrollar esquemas de conocimientos o ser apoyados por personas que los tengan, de forma tal que podamos usar nuestras experiencias para desarrollar mejores formas de trabajo. Si la práctica por si sola fuera todo lo que se necesita, no sería necesario para tener un mejor resultado la figura del técnico en el equipo de fútbol, o del director de orquesta de una sinfónica, o por supuesto, la de los asesores políticos en una disputa electoral.

Problemas del ego en personas exitosas y algunos consejos para su manejo

Harold Geneen, al quien algunas personas le atribuyen ser el inventor del concepto de "conglomerados internacionales", indica que el peor mal que afecta a los ejecutivos en su trabajo no es, como mucha gente cree, el alcoholismo sino el egotismo. Este tiene sus raíces en inseguridades, miedos y el desprecio hacia la objetividad. El egotismo hace que muchos líderes vivan intoxicados por su éxito y no puedan reaccionar frente a cambios de fortuna. En este caso uno de los antídotos para el exceso de ego son los principios y valores de la persona. El psiquiatra y sobreviviente de campos de concentración nazi, Viktor Frankl decía: "El hombre es movido por impulsos. . ., pero es atraído por valores" y agrega Holiday, "si carecemos de valores apropiados, el éxito es breve. Si queremos hacer más que cosas efímeras, sí queremos permanecer, entonces es hora de entender cómo se combate esta nueva forma de ego y qué valores y principios se necesitan para vencerlo." (P. 121). Parte de esto, es organizar nuestro sistema de trabajo alrededor de la labor que se realiza y no alrededor de uno mismo como persona.

En una época de marketing donde muchos se venden profesionalmente contando historias de pasados éxitos y colocándose etiquetas positivas, como las de ser "consultor", "escritor" o "líder", es importante no alimentar nuestra arrogancia con las mismas. Muchas veces esta publicidad deja por fuera gran parte de la verdad que incluye: errores, dificultades y pasadas derrotas. Para Holiday el éxito es difícil de mantener porque una vez lo alcanzamos, somos blanco de muchos más adversarios. Lo que mantiene una situación ganadora no es la suerte sino el establecer estándares de desempeño. "Es decir: lo que se debía hacer. Cuándo. Cómo. Desde el nivel más básico y a través de toda la organización." (p.130) Lo de nivel básico es fundamental porque casi todos los problemas empiezan pequeños. Desde esta perspectiva, uno de los principales objetivos de un líder político y de sus asesores es el de desarrollar e inculcar en todo el equipo de colaboradores, los estándares de desempeño en una campaña electoral y/o de dentro de un puesto público. En una contienda electoral en vez de pensar que somos "los protagonistas de una gran aventura" es aconsejable concentrarse en cumplir con las metas formuladas en el plan de campaña.

 

El éxito también estimula el ego debido a que a los triunfadores les llegan innumerables ofertas tanto a nivel personal como de trabajo. Aceptar más compromisos no siempre ayuda a lograr más cosas, por el contrario, puede ser un elemento que limita lo que realmente queremos alcanzar. Holiday sostiene que aceptar los parámetros de éxito que otras personas nos quieren imponer también es equivocado, pues nos lleva a hacer cosas que no valoramos y que en definitiva tienen poca importancia para nosotros. Pensando en el mundo de la competencia profesional, como es el caso de la consultoría política, el autor señala que: ". . . no se trata de tener más [clientes o ingresos] que los demás. Se trata de ser lo que somos y ser tan buenos en eso como sea posible, sin sucumbir a todas las cosas que nos alejan de nuestro objetivo. Se trata de dirigirnos hacia donde nos propusimos llegar. Se trata de lograr todo cuanto podemos en el campo que hemos elegido. Eso es. Nada más ni nada menos." (p. 140) La pregunta que todo profesional, incluido los políticos y asesores deben tener en claro, es ¿Cuál es la razón para hacer su labor? La paradoja es que entre más la persona actúa en su profesión y acumula cosas, es más difícil mantenerse fiel a sus propósitos, pero a su vez esta fidelidad es cada vez más importante porque es la que garantizara mantenerse con éxito.

 

El éxito también alimenta el ego por medio de varios trucos mentales. Por ejemplo, hay personas que se consideran predeterminadas a triunfar sin importar lo que hagan, este fue el caso del creador de los muñecos Beanie Babies quien después de su suceso inicial, vivió varios fracasos económicos porque pensaba que cualquier producto que él pusiera en el mercado iba a ser bien recibido por los consumidores.

En política no es raro ver líderes que se sientan que ejercen total control de las situaciones y que incluso se perciban por encima de las leyes. Uno de los casos más notorios es el de presidente Richard Nixon durante el famoso caso Watergate. Holiday nos comenta que: "Nixon osciló entre la seguridad suprema y el terror. Habló por encima de la opinión de sus subordinados y rechazó información y críticas que desafiaban aquello en lo que él quería creer. Vivía en una burbuja donde nadie podía decir 'No', ni siquiera su conciencia." (p. 145).

También el ego puede producir situaciones de paranoia en líderes exitosos. Estos son momentos en los que la persona deja de confiar en sus colaboradores, cuando se siente solo y rodeado por ineptos. Esto se puede ver durante una campaña política cuando el candidato empieza a pensar que no solo debe cumplir con su rol de líder, sino que también debe hacer el trabajo de los demás. Holiday nos recuerda que lo peor de la paranoia es que crea las condiciones que originalmente quiere evitar. Es decir, hace que el líder paranoico construya su propia prisión donde reina el caos y el autoengaño.

 

El líder egocéntrico quiere concentrar todo el trabajo y el poder en sus manos, y poco confía en sus colaboradores. Este es un elemento que lo catapulta al fracaso debido a que él no sabe comportarse de acuerdo con las exigencias de su actual estatus en una organización. Holiday nos comenta que "Cuando usted obtiene éxito en su propio campo [puede ser política o consultoría], es posible que sus responsabilidades comiencen a cambiar. Cada día que pasa, usted pasa menos tiempo haciendo cosas y más tiempo tomando decisiones. Esa es la naturaleza del liderazgo. Esta transición requiere volver a evaluar y actualizar su identidad. Requiere cierta humildad para dejar a un lado algunas de las partes más placenteras o satisfactorias de su trabajo anterior. Significa aceptar que hay otras personas que pueden estar más calificadas o más especializadas en áreas en las que usted se sentía bastante competente, o que, al menos, puede ser más productivo que ellas se ocupen de esa tarea específica." (p. 152).

Un buen ejemplo en el terreno político lo da Holiday al analizar el liderazgo del expresidente Eisenhower, famoso por pasar largo tiempo jugando Golf. Eisenhower sostenía que lo urgente no siempre era lo importante y agregaba que su principal labor como presidente de los Estados Unidos era definir las prioridades, tener una visión global de la situación y confiar en que sus subalternos hicieran el buen trabajo para el cual se los había contratado.

Para Eisenhower, trabajar de forma excesiva no solucionaba problemas generados por la falta de planificación y organización. Desde su primer día de trabajo, se concentró en hacer cada vez más eficiente su oficina. Se recuerda como al llegar a la Casa Blanca, después del acto de posesión, un empleado le entregó una carta dentro de un sobre cerrado, esto le generó gran disgusto al nuevo mandatario, quien esperaba que toda su correspondencia fuera abierta y clasificada previamente, de forma que solo llegara a su escritorio, la información importante para ejercer adecuadamente sus funciones.

El texto hace mención a otros problemas del ego comunes en políticos exitosos y la forma como se controlan. Entre estos se destaca un interesante análisis de la Canciller Alemana Angela Merkel, de su sentido de sobriedad y de autocontrol frente a diferentes situaciones políticas que ella ha vivido. El autor la menciona como un ejemplo a seguir debido, en parte, a ser una mandataria ". . . discreta, sobria, en un mundo donde demasiados líderes viven embriagados con el ego, con el poder, con la posición." (p. 167).

 

Problemas del ego en personas que fracasan y algunos consejos para su manejo.

La tercera parte del libro explora el manejo del ego entre las personas que, habiendo sido exitosas, ahora experimentan fracasos. El primer concepto importante es el de internalizar la idea de que el fracaso es una parte normal del ciclo de vida. Que, por las leyes de la probabilidad, todos estamos dados a experimentar en algún momento un revés. De acuerdo con el autor, un problema con el ego es que magnifica las adversidades. Holiday sintetiza esta idea en una frase del entrenador de fútbol americano, Bill Walsh quien dice "Casi siempre el camino de la victoria pasa por un lugar llamado fracaso" (p. 187). En el campo de la política es difícil encontrar líderes que no hayan perdido elecciones. Elementos como el poder controlar el ego, la persistencia y el conocimiento adquirido en esas derrotas, son tres factores que los hicieron ganar posteriores contiendas electorales.

 

El libro también menciona a figuras públicas que resurgieron después de periodos de adversidad como el de ser encarcelados. Uno de estos casos es el del líder afroamericano Malcolm X, quien, a sus 21 años, en 1946, fue enviado por 10 años a la cárcel por intentar vender objetos robados y poseer armas de fuego sin licencia. Pese a esta tremenda adversidad, su periodo en la cárcel fue un tiempo en el cual se preparó para ocupar un importante lugar en el movimiento a favor de los derechos civiles en los Estados Unidos. La diferencia de Malcolm X con otros prisioneros fue el buen uso del tiempo que él hizo en la cárcel. A esto Holiday lo llama "Tiempo Vivo". Este es un periodo que las personas aprovechan de forma activa para mejorar y avanzar hacia sus metas, mientras que el "Tiempo Muerto" es un momento de pasividad donde no hay ninguna actividad positiva hacia los objetivos de la persona. En este punto, la idea del libro es que frente a la adversidad, se debe establecer el mayor "Tiempo Vivo" posible en el cronograma de las personas que la sufren.

 

Holiday también subraya la necesidad de reconocer que no se tiene total control de los resultados de una labor y de las recompensas que se deberían obtener por hacer un buen trabajo. Momentos que afectan el ego ocurren cuando el mejor trabajo no da los resultados esperados o cuando importantes logros no son valorados por otras personas importantes como nuestros clientes o jefes. Esta última situación, es ejemplificada por el general romano Belisario, quien después de salvar a Roma en más de tres ocasiones, su labor no fue valorada por su emperador Justiniano. Obras como la opera "Belisario" de Donizetti y la pintura "Date obolum Belisario" de Jacques-Louis David (expuesta en París en 1781) donde Belisario aparece mendigando, le rinde tributo a este importante personaje. El autor cita este ejemplo para decirnos que lo importante no son los triunfos, los reconocimientos o las recompensas sino la satisfacción de haber hecho el trabajo lo mejor posible, pues es esto lo que nos llena de orgullo y respeto hacia nosotros mismos. El éxito está en poder tener paz consigo mismo por haber hecho el trabajo lo mejor posible, otras retribuciones son adicionales y no deberían afectar la forma como pensamos de nosotros.

 

Pensar que ganar es la única opción es también un problema para el ego cuando no hay posibilidades para vencer. En este tipo de situaciones, el ego sufre cuando la identidad está muy asociada al trabajo, cuando se piensa que cualquier derrota dice algo malo de la persona. En estas situaciones desfavorables es importante reconocer que la derrota es inevitable y que se requiere limitar al máximo las perdidas. Refiriéndose a experiencias deportivas, Holiday nos dice que "Cuando dejan de pensar en ganar o en que ocurra un milagro, los buenos equipos hacen lo mejor que pueden para terminar un partido con los mejores estándares posibles. . . Y a veces, incluso regresan al campo y ganan." (p. 216-217). Sin duda dejar de pensar en ganar y concentrarse en hacer el mejor trabajo posible implica un cambio de estrategia, no solo en competiciones deportivas, sino también en otros tipos de actividades como las electorales. Realizar cambios drásticos, en ocasiones hasta puede modificar favorablemente la percepción que tienen los electores sobre el candidato. Por supuesto, el énfasis del autor esta puesto en realizar cambios de objetivos, no con el fin de ganar, sino con el fin de proteger la autoestima del líder y sus colaboradores, y así facilitar su recuperación.

 

Holiday también indica la importancia de que profesionales (deportistas, políticos, consultores, etc.) se autoevaluen y recolecten su propia puntuación en las actividades que desarrollan. En el caso de un líder político, por ejemplo, esta calificación puede estar relacionada con diferentes habilidades de liderazgo, por ejemplo: la capacidad para hablar en público, de resolver problemas de la comunidad, o de negociar con colegas. Para el autor, hacer una evaluación objetiva de nuestras actividades es un elemento útil porque muchas veces nos muestra que no somos tan buenos en todas las destrezas como pensamos. Hacer una valoración del desempeño de nuestras habilidades también le resta importancia a estándares externos y a las opiniones que otras personas pueden tener sobre nuestro trabajo. Recolectar nuestra puntuación, adicionalmente nos ayuda a ser más humildes, a conocer mejor nuestras imperfecciones y a saber en que destrezas debemos enfocarnos para mejorar. Desarrollar un sistema para evaluar nuestras actividades nos ayuda a conocer cuál es nuestro propio potencial. Con esta información lo importante deja de ser ganar o perder. En este caso lo relevante es ser la mejor versión de uno mismo. Sobre esto Holiday agrega que: "Una persona que se juzga a sí misma con base a sus propios estándares no anhela estar en primera plana tanto como alguien que deja que los aplausos sean los que contabilicen su éxito. Una persona que pueda pensar a largo plazo no se compadece [de si misma] cuando tiene reveses temporales." (p. 223).

 

Conclusiones

Los temas anteriormente descritos sobre del manejo del ego en el ciclo de aspirar, triunfar y fracasar son solo parte de un análisis más extenso que ofrece Holiday en su libro. En su obra, el autor nos brinda una mayor variedad de consejos y de ejemplos para estudiar. Sin duda, el texto ofrece un interesante análisis del ego como un factor negativo que afecta el desempeño laboral en numerosas profesiones. El estudio de este tema nos aporta elementos valiosos para comprender y mejorar el desempeño de muchos líderes políticos y de sus asesores.

Un recurrente cuestionamiento que desde la academia se hace sobre áreas de estudio práctico en Ciencia Política, como es el caso de Liderazgo Político y Psicología Política, es que las mismas, en ocasiones, se nutren de textos de "autoayuda", los cuales, por lo general, no siguen los estrictos parámetros científicos de las Ciencias Sociales. Aunque esta objeción en muchos casos es valida, textos como "El ego es el enemigo" también nos demuestran que los mismos proveen de información relevante a las personas que trabajan en política. El libro de Holiday es de gran utilidad para comprender mejor la forma como el ego afecta a los líderes políticos y a algunos de sus asesores. También nos ayuda a formular e implementar soluciones concretas a este tipo de problemática. Adicionalmente, el texto ofrece numerosos ejemplos políticos y cuatro páginas de bibliografía que en conjunto brindan un sólido punto de arranque para construir la referencia bibliográfica en un estudio más ceñido a los cánones científicos de la profesión.

 

Esta reseña fue escrita por Mauricio Florez Morris, Ph.D. Profesor de la Especialización en Opinión Pública y Mercadeo Político de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia.

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Apéndice:

Vídeo: "Ego is the enemy by Ryan Holiday" en inglés

 

Vídeo con comentarios sobre el libro en Español

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