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  • Mauricio Florez Morris, Ph.D.

El efecto de "multitasking" en la adquisición del conocimiento político durante los debate


Con el crecimiento de un sector de la población acostumbrada a realizar diferentes tareas al mismo tiempo (o "multitasking"), expertos en comunicación política ya empiezan a evaluar los posibles efectos que esta conducta tiene en el diseño de sus mensajes electorales. Trabajando en esta dirección, un grupo de investigadores, encabezado por Jeffrey A. Gotfried del Pew Research Center, recientemente publicaron en la revista académica Political Communication, su artículo "The Changing Nature of Political Debate Consumption: Social Media, Multitasking, and Knowledge Adquisition" (2016). Este estudio investiga las posibles diferencias que existen en la adquisición de información política entre dos grupos de espectadores: Uno que ve los debates presidenciales y simultáneamente usa las redes sociales (twitter, facebook, etc.) para monitorear e intercambiar opiniones con otras personas y otro grupo que prefiere simplemente ver los debates presidenciales sin usar al mismo tiempo las redes sociales.

La temática del artículo forma parte de una nueva área de investigación en las comunicaciones que se empieza a conocer como estudios de "interacciones en segunda pantalla" o "discusión interactiva entre la audiencia" y que se considera de creciente importancia en el terreno de la comunicación política, debido al auge en el uso de las redes sociales para enviar mensajes a sectores de votantes. Más aún, se observa que muchos de los más recientes formatos de programas en los medios tradicionales de comunicación, se esfuerzan cada vez más en aumentar el grado de interacción que existe entre sus comunicadores y la audiencia. Por ejemplo, ya es frecuente que programas de opinión en la radio estén acompañados de foros o "salas de chat" donde los oyentes pueden expresar sus ideas de forma casi simultánea con los panelistas. Inclusive en reuniones políticas es cada vez más común poder identificar a un grupo en la audiencia que no solo participa de forma convencional en la reunión, sino que simultáneamente está interactuando en las redes sociales.

A continuación, un breve resumen de las principales conclusiones de este estudio sobre las diferencias de adquisición de información política en los debates presidenciales y de lo que se espera en futuras investigaciones. Adicionalmente encontrará un enlace o "link" para acceder al texto completo del artículo en inglés:

 

Jeffrey A. Gotfried y coautores inician su artículo mostrando cómo los debates presidenciales vienen generando una gran actividad en las redes sociales. Por ejemplo, twitter registró un significativo aumento de su uso durante los debates entre Obama y Romney en el 2012. Uno de los momentos más notorios ocurrió cuando el entonces líder Republicano, Mitt Romney, dio como ejemplo de su propuesta para recortar el presupuesto federal, el quitarle los fondos al programa "Big Bird" (o "Abelardo" como se le conoce en la versión Mexicana de Plaza Sésamo). Esto suscitó una inmediata reacción de los espectadores en las redes sociales quienes durante este encuentro enviaron un promedio de 17,000 twitters por minuto con la palabra "Big Bird" y 10,000 twitters con la palabra "PBS" (el canal público de TV donde se produce el programa en USA). "Big Bird" también se convirtió en la cuarta palabra más buscada en google durante el debate.

Aunque esta investigación fue publicada antes de los debates presidenciales entre Clinton y Trump, es claro que la audiencia con personas "multitasking" (que realicen otras actividades fuera de escuchar pasivamente a los candidatos) es algo, no solo que existe, sino que es alentada por los mismos aspirantes a la presidencia. Por ejemplo, durante los primeros encuentros televisivos, Hillary Clinton invitó de forma explícita a la audiencia a ingresar a su página web www.hillaryclinton.com y usar su servicio de comprobación de hechos ("real-time fact-checking") para evaluar de forma inmediata la veracidad de los comentarios de Donald Trump. También en tiempo real, durante los debates, colaboradores de ambas campañas usaron las redes sociales para reforzar los mensajes de su candidato y criticar al adversario.

Jeffrey A. Gotfried y coautores desarrollaron su investigación con base en un estudio sobre conocimiento político elaborado por el Annemberg Public Policy Institute (APPC). El mismo consistió en seis encuestas a nivel nacional, tres de la cuales se analizaron en el artículo. Dos de ellas fueron efectuadas inmediatamente se terminó el segundo y tercer debate entre Obama y Romney (entre octubre 17 al 23 y entre octubre 24 al 29 del 2012) y una última, enfocada en el uso general de redes sociales, que se hizo en noviembre, 7 al 18 del mismo año. Los datos se obtuvieron de encuestas telefónicas (aparatos fijos y celulares) donde participaron alrededor de 1250 personas en cada ocasión y donde más del 50% de los encuestados vivían en distritos electorales donde la disputa política estaba reñida. Se aplicó un modelo de regresión multivariable para analizar los resultados de las encuestas.

Durante el análisis, los investigadores dividieron a la población encuestada en tres grupos: (1) las personas que no vieron el debate, (2) los que vieron el debate mientras se comunicaban en sus redes sociales y (3) los que simplemente se concentraron en ver los debates sin ingresar a sus redes sociales. Para analizar el grado de conocimiento político adquirido durante el debate, se formularon 30 preguntas con información política relativa a los argumentos y propuestas que los candidatos presentaron. El listado de las preguntas se encuentra en un apéndice de la investigación.

Este estudio indicó que en el segundo debate las personas que lo vieron mientras usaban sus redes sociales mostraron una ventaja del 4.6% en el número de respuestas correctas frente a las de las personas que no vieron el debate. Por otro lado, las personas que vieron el debate sin usar sus redes sociales obtuvieron una diferencia favorable del 9.2% en sus respuestas correctas respecto a los que no lo vieron.

La misma disparidad en la adquisición de conocimiento político ocurrió en el tercer debate. En este la diferencia en las respuestas correctas entre los que no vieron el debate y los que lo vieron mientras usaban sus redes sociales fue del 8.9%. Esta cifra es inferior a la diferencia del 13.4% en el número de respuestas correctas entre los que no vieron el debate y los que lo vieron sin usar al mismo tiempo sus redes sociales. En resumen, aunque el nivel de conocimiento político subió cuando las personas vieron los debates, este aumento es mucho mayor cuando el espectador no está usando sus redes sociales.

Un hallazgo aún más interesante en este estudio ocurre cuando se mira de forma más detenida las respuestas de conocimiento político que ofrecían las personas multifuncionales (o "multitasking") que vieron los debates mientras usaban las redes sociales. En este grupo se observó que la reducción de conocimiento político (es decir los errores al responder el cuestionario) se centraban en las preguntas sobre el candidato que ellos anteriormente decían preferir. En otras palabras, los seguidores de Obama erraron más preguntas de conocimiento político relacionadas con el líder Demócrata, mientras que las personas que decían preferir a Romney se equivocaban con mayor frecuencia en las preguntas respecto a la visión política del candidato Republicano. El resultado sorprendió a los investigadores quienes esperaban el efecto contrario. Originalmente creían que los votantes tenían mecanismos de selección de datos que les facilitaban retener información coherente con sus preferencias y les dificultaban incorporar datos que fueran disonantes con previas evaluaciones. Jeffrey A. Gotfried y coautores concluyen que mirar un debate mientras se interactúa en las redes sociales, irónicamente disminuye el nivel de aprendizaje que el espectador adquiere del candidato que apoya, y como consecuencia de esto, se aprende comparativamente más del candidato opuesto.

Al final del artículo, los autores indican diferentes alternativas para continuar investigando el efecto que tiene "multitasking" en la adquisición del conocimiento político. Una de las más interesantes posibilidades para ampliar estos estudios, parte de reconocer que si bien es cierto que el utilizar las redes sociales mientras se ven los debates disminuye la cantidad de información que se aprende del candidato por parte de las personas que lo apoyan, otras investigaciones han mostrado que los espectadores que usan las redes sociales durante los debates presidenciales tienden a ver el evento por más tiempo mientras que los que no las usan durante el debate tienden a perder más rápido su interés en el encuentro. Entonces, ahora se investiga si como resultado de estar más tiempo frente al televisor, las personas que usan redes sociales durante el debate, potencialmente reciben una mayor cantidad de información política. Posiblemente este es uno de los temas que actualmente se está estudiando durante los encuentros televisivos entre Clinton y Trump. Por supuesto, este enfoque académico es bastante diferente, aunque complementario, a las formas como los debates son analizados desde los medios de prensa y en las campañas electorales.

Sin duda, la relación entre "multitasking" con conocimiento político va a continuar siendo por muchos años un tema de moda dentro del área de la comunicación política, no solo para explorar algunas herramientas que sirvan para comprender mejor el proceso de evaluación que los votantes hacen de sus líderes sino también para estudiar otros fenómenos de comunicación donde las personas adquieren información electoral mientras interactúan en redes sociales. En la medida en que el número de votantes "multitasking" que usan redes sociales para discutir temas políticos aumente dentro de las organizaciones y en la población en general, las campañas van a necesitar recalibrar las formas y los contenidos de sus mensajes para no perder efectividad en su comunicación con estos grupos.

Esta reseña fue escrita por Mauricio Florez Morris, Ph.D. Profesor de la Especialización en Opinión Pública y Mercadeo Político de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia.

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