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El doble filo de los candidatos independientes u outsiders



Frente al desprestigio de los partidos políticos tradicionales en muchos países de la región, han surgido personajes que utilizando el rotulo de "candidatos independientes" u "outsiders" buscan conquistar votantes y ganar elecciones.


Desde una visión crítica de este fenómeno, el periodista-investigador Umberto Jara, en su libro: "El Outsider, El origen de los aventureros en la política peruana", nos ofrece un interesante análisis de esta tendencia en liderazgo político, que sobrepasa las experiencias propias de cada país.




Entre los valiosos aportes que nos deja "El Outsider" están las respuestas que el autor da a preguntas como: (1) ¿Quiénes se pueden realmente considerar candidatos independientes u outsiders? (2) ¿Qué características debe tener un candidato para ser catalogado como tal? (3) ¿Por qué surgen los candidatos independientes u outsiders? (4) ¿Existen condiciones sociales o políticas que facilitan el surgimiento de estos candidatos? y (5) ¿El desprestigio de la política tradicional dio origen a los candidatos independientes o es un fenómeno que se hubiera presentado de igual forma?


A continuación, una rápida visión del texto. Se presentan brevemente las respuestas que Jara ofrece a las preguntas arriba enunciadas y se concluye anotando la relevancia de este libro en el contexto de la consultoría electoral y los estudios de liderazgo político en la región.

 

Descripción general de "El Outsider."


El texto, en sus primeras páginas, brinda un "estudio de caso" basado en la carrera política de Ricardo Belmont Cassinelli, outsider peruano mejor conocido como "El Hermanón" o "El Colorado". Su historia se remonta a los años 70s, cuando después de fracasar en el boxeo, se dedicó a la locución, desde la pequeña Radio Universal de Callao. El libro narra cómo su debut radial, "Habla el pueblo" se convirtió en el primer paso para conquistar el apoyo popular, y de qué forma esta trayectoria se fue cimentando hasta alcanzar la victoria en la elección para la alcaldía de Lima en 1990.



Aunque muchos lectores no sean expertos en política peruana, el texto está lleno de interesantes anécdotas fáciles de relacionar. Por ejemplo, su autor nos cuenta que el programa "Habla el pueblo" usaba un formato copiado de la Radio Cubanísima de Miami, el cual se basaba en ventilar los problemas de la comunidad y ofrecerles a sus oyentes charlas motivacionales donde, con frases de personas famosas, se les trataba de dar ánimo para enfrentar sus problemas cotidianos. Más adelante el libro explica la importancia que para Belmont representó el empezar a trabajar en las principales cadenas de televisión peruana y el dirigir especiales como el Teletón de ese país.


Pese a que el libro fue publicado en el 2018, se muestra una trayectoria del personaje político que permite entender el por qué tres años más tarde, este aparece en varias fotos como un asesor de Pedro Castillo, actual presidente del Perú.


Después de un profundo análisis del caso Belmont como líder outsider, el texto señala a otros personajes de ese país que también se identificaron como candidatos independientes de partidos políticos tradicionales con el fin de ganar elecciones. Entre los más conocidos a nivel internacional se mencionan a los expresidentes Alberto Fujimori, Alejandro Toledo y Ollanta Humala.


También se rescata que Umberto Jara, va más allá de opiniones personales sobre lo que significa ser un outsider e incorpora perspectivas de expertos como: Martin Tanaka (Profesor principal de la Pontificia Universidad Católica del Perú), Steven Levitzky (politólogo, Profesor de Harvard University), Enrique Bernales (exsenador y autor de 13 libros sobre política peruana) y Nicolás Lynch (Profesor Principal de Sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos).


Estudios de líderes políticos y opiniones de expertos sustentan las respuestas a las cinco preguntas previamente mencionadas. A continuación, se enfatiza la parte central de las respuestas ofrecidas por Jara.


1. ¿Quiénes se pueden realmente considerar candidatos independientes u outsiders?


El outsider es "alguien que ingresa a la política sin antes haber participado en ella y sin pertenencia a un partido político. . . . es, pues, un forastero de la política que, de pronto, aparece en el escenario político. . . . Algunos pueden tener mucha popularidad en las actividades que desarrollan . . . otros pueden ser relativamente conocidos en su medio ambiente . . . O pueden ser totalmente desconocidos para el gran público al momento de iniciar sus actividades proselitistas. . . . En este caso, para salir de su anonimato, necesitan de un golpe mediático que los ponga en la palestra." (P. 105)



2. ¿Qué características debe tener un candidato para ser catalogado como independiente u outsider?


"Las características principales de los outsiders se pueden resumir en ausencia de conocimientos en gestión pública, carencia de manejo político, falta de respeto a las reglas establecidas; es decir, cuestionan y pervierten la institucionalidad, elaboran el discurso ficticio de impugnar a la política, pero la utilizan para sus fines propios. Son, esencialmente, audaces aventureros en busca de ventajas personales cubiertos con el ropaje de proponer una <<alternativa de cambio>>" (P. 107).



3. ¿Por qué surgen los candidatos independientes u outsiders?

"Los outsiders existen allí donde no hay partidos políticos sólidos, y la crisis de estos se refleja en el descontento popular, que es aprovechado por aventureros sin propuesta de país, sin programas de gestión pública y sin aptitudes de gobierno, pero enfocados en obtener los beneficios del ejercicio del poder y la corrupción rapiñando los fondos públicos." (P. 109).


4. ¿Existen condiciones sociales o políticas que facilitan el surgimiento de candidatos independientes u outsiders?


Pensando este fenómeno desde el caso peruano, el investigador Umberto Jara comenta que: "El drama de fondo para el Perú es no solamente que una inepta clase política haya generado el fenómeno de los outsiders otorgando la oportunidad para que estos copen el escenario con el falaz argumento de <<somos diferentes>>, sino, sobre todo, que los outsiders trajeron modos y métodos similares, y aún peores, que aquellos de los <<políticos profesionales>>. Este fenómeno acrecentó la presencia de sucesivos gobiernos fallidos, afectó la débil institucionalidad del país, instauró la informalidad, incrementó la corrupción, y el elector terminó atrapado en una de las peores disyuntivas para una sociedad: elegir autoridades bajo el criterio de <<el mal menor>> en lugar de optar por la opción necesaria para una buena gestión." (p.111).


5. ¿El desprestigio de la política tradicional dio origen a los candidatos independientes o es un fenómeno que se habría dado igual?


"Se habría dado aun sin crisis de los partidos políticos, pero . . . si hubiesen existido partidos sólidos, la aparición de los outsiders no habría sido tan protagónica ni habrían tenido el acceso a gobernar exhibiendo su ineptitud y corrupción." (p. 112) El autor explica que "Cuando los partidos políticos empezaron a debilitar su liderazgo social, la televisión se posicionó con su potencia para influir en el surgimiento de personajes y tendencias, utilizando, además, las encuestas como un instrumento eficiente para instalar un <<pensamiento del público>>." (p.112)


Para Jara, esto quiere decir que los políticos tradicionales están perdiendo su papel de intermediarios entre el gobierno y los votantes, y cada vez más surgen otros actores y mecanismos con mayor influencia en esta relación, como son los medios de comunicación. Él observa que cada vez con mayor frecuencia los candidatos independientes son el producto de estos medios que los presentan como una forma de espectáculo para atraer audiencias.



Tres conclusiones que se rescatan al leer el libro: "El Outsider"


1. El autor indica que existe una concreta correlación entre el número de líderes independientes ganando elecciones y los posteriores hechos de corrupción en la administración pública. En otras palabras, a mayor cantidad de outsiders, más casos de corrupción. Jara señala que esto se debe a que muchos de estos personajes entran a la actividad electoral solo buscando beneficios económicos para sí mismos. Agrega que este fenómeno se da porque, aunque de forma muy deficiente, los partidos políticos son un instrumento que ayuda a filtrar los actores políticos más corruptos, quienes al ver limitadas sus posibilidades de hacer fechorías desde estos grupos, optan por presentarse como independientes. Aunque el investigador no presenta el porcentaje de personas electas como outsiders que luego han sido procesados por actos de corrupción, el libro ofrece un amplio apéndice de 46 páginas ilustrando estas situaciones cometidas por líderes independientes en el Perú.


2. Una parte importante del análisis del autor se basa en la discusión de campañas electorales puntuales donde los personajes claramente se pueden clasificar entre outsiders y políticos tradicionales. Lo anterior opaca el hecho de que en la trayectoria política de muchos líderes en Latinoamérica estas categorías no son estáticas. En la región existen numerosos ejemplos de candidatos independientes que con el paso del tiempo van adoptando posturas y comportamientos similares a la de los políticos tradicionales. Las mismas necesidades de tener que organizar nuevos partidos y armar estructuras para competir en diferentes niveles electorales, los hace parecerse a sus contrarios.


Por otro lado, cada vez es más común que personas con muchos años de trayectoria en grupos políticos tradicionales decidan separarse de ellos para fundar nuevas iniciativas con el fin de posicionarse mejor frente al electorado. Ambas tendencias impiden a lo largo del tiempo encasillar a muchos líderes en un sistema binario (tradicionales versus outsiders) y nos invitan a pensar más bien en grados de independencia frente al sistema partidario.



3. Por último, presentarse como outsider, desde la perspectiva de la consultoría, es sin duda una estrategia electoral para atraer a votantes críticos de los tradicionales actores políticos. El éxito al adoptar esta estrategia depende de diferentes factores. El primero es, por supuesto, la proporción de ciudadanos registrados para sufragar que estén dispuestos a apoyar una iniciativa nueva. En este punto, cabe pensar que el porcentaje de personas que pueden y están dispuestos a votar por un outsider es menor al que muestran los sondeos hechos simplemente con poblaciones mayores de edad. Elementos como fidelidad al partido, al candidato o a la ideología son factores que tienen mayor peso entre los votantes que participan en todas las elecciones, que entre la población en general. Esto no es exclusivo del marketing político, lo mismo ocurre con otros productos; por ejemplo, personas que toman con regularidad soda, tienden a desarrollar más fidelidad hacia una marca que aquellos que nunca consumen este tipo de bebidas.



El éxito de la estrategia electoral de presentarse como candidato independiente también depende de la credibilidad que tenga este posicionamiento. Por supuesto alguien que haya ostentado un alto cargo en una administración pública anterior o que su familia haya devengado de contratos con el estado, tiene menos posibilidades de validar su etiqueta de outsider, que otra persona que realmente no haya tenido nada que ver con la función pública.


Ya se ha visto que el hecho de que un candidato obtenga su aval por firmas y/o con el apoyo de movimientos ciudadanos, no garantiza que sea percibido como independiente por los votantes. Por el contrario, cuando un candidato se autodefine como independiente sin realmente serlo, él se está auto-generando un flanco débil que puede ser aprovechado por campañas opositoras. Como resultado de esto, todos los momentos que el candidato utilice defendiendo su calidad de independiente son espacios perdidos que hubiera podido aprovechar presentando sus propuestas de gobierno a los votantes.



Finalmente, candidatos que se autodefinen como outsiders, en principio también pueden ser cuestionados por no tener la experiencia necesaria para ejercer de forma eficiente una función pública. En general, la sociedad valora más a las personas que han tenido previas prácticas en un trabajo que a los novatos. No siempre la política es una excepción a esta regla. Elementos como la percepción que tienen los votantes al momento de crisis que vive su nación, pueden hacer que muchos de ellos sobrevaloren las previas experiencias de políticos en los gobiernos. Esto hace que las campañas de outsiders tengan que evaluar cómo otros elementos de la hoja de vida de sus candidatos (ejemplo: educación o trabajos en el sector privado) pueden sustituir la falta de experiencia en la administración pública y así blindarlos de este tipo de cuestionamientos.


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Este artículo fue escrito por Mauricio Florez Morris, Ph.D. El autor ha sido profesor en las facultades de Ciencia Política y Sociología en University of Maryland, George Washington University, Georgetown University, y North Virginia Community College en los Estados Unidos. También ha dictado clases en la Universidad del Rosario y la Universidad Javeriana en Colombia, al igual que en la Universidad de Buenos Aires y la Universidad del Salvador en la Argentina.


Su actual interés académico se centra en temas relacionados con los estudios de opinión pública, campañas electorales, marketing, liderazgo y psicología política. Es miembro de la American Association of Political Consultants (AAPC), la American Political Science Association (APSA) y es Community Member de Campaigns & Elections, USA. Ha trabajado en campañas electorales para organizaciones afiliadas al Partido Demócrata en los Estados Unidos.


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