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  • Mauricio Florez Morris, Ph.D

Candidatos y sus motivaciones para competir en la carrera electoral

Actualizado: 14 jun 2020


Hoy, en plena crisis global del Coronavirus, vivimos un momento atípico en el orden mundial, donde una misma amenaza afecta a todos los países. En esta situación se puede observar cómo cada estado enfrenta a su manera el desafió de una pandemia. Las similitudes culturales, ideológicas, de recursos y hasta de ubicación geográfica parecen no ser suficientes para entender la disparidad en el tipo y la velocidad con que los gobiernos adoptan diferentes políticas públicas para enfrentar este flagelo. Por el contrario, cada vez más se enfatiza en las características de sus líderes, de sus asesores cercanos y de la élite política del país en general, como una de las principales explicaciones para entender la forma como se enfrenta la crisis. Aunque sería mucho mejor nunca haberla vivido, esta realidad enfatiza la importancia que tienen los estudios de liderazgo político, tema central de esta página web.

Continuando el análisis de recientes publicaciones en el área de liderazgo político, hoy me permito resaltar la importancia del libro: "Why I Run. 35 Progressive Candidates who are Changing Politics" [¿Por qué participo en una elección? 35 candidatos progresistas que están cambiando la política,] (2019). En este texto, su autora Kate Childs Graham recopila los testimonios de 35 aspirantes a cargos electorales en los Estados Unidos, quienes en los últimos años decidieron postularse como candidatos. Cada capítulo relata la historia resumida de un líder y gira en torno de las siguientes preguntas: ¿Qué motivos lo llevaron a participar? ¿Qué propuestas políticas tenía? ¿A quiénes buscaba favorecer con su participación en la elección? ¿Cómo logró ganar? y para los casos que fueron derrotados: ¿Qué aprendió como candidato con su participación en la elección?

Kate Childs Graham es una consultora política reconocida en los círculos de poder en Washington DC por su habilidad para escribir discursos. Su experiencia se remonta al cargo de Directora de Comunicaciones para la Senadora Demócrata Amy Klobuchar, quien hasta hace poco fue precandidata a la presidencia por el Partido Demócrata. También trabajó en el área de comunicaciones para la campaña presidencial Clinton-Kaine del 2016. Actualmente lidera la firma de asesoría West Wing Writers especializada en elaborar mensajes y narrativas políticas. Sus clientes incluyen a varios prominentes líderes del Partido Demócrata, al igual que reconocidas organizaciones sociales, y personalidades del mundo de los negocios y del entretenimiento.

Para los politólogos y otras profesiones afines, este libro no deja de ser atípico pues pese a la multitud de testimonios valiosos e inspiradores, tal como lo expresó Hillary Clinton después de leer el texto, el mismo carece de un análisis más global, capaz de recoger las valiosas lecciones que como grupo esta colectividad nos ofrece. Un primer paso en esta dirección se presenta a continuación.

Sin duda el tema central del libro gira en torno a las razones por las cuales "personas del común" deciden participar como candidatos en un proceso electoral. Varias teorías hablan de que existe un periodo de maduración de la idea de ser candidato hasta que ocurre un evento que catapulta la decisión de la persona a favor de postularse en una elección. Para muchos de los entonces futuros nuevos candidatos progresistas el evento que los incitó a asumir un rol activo en la política fue la elección de Donald Trump en el 2016 y sus primeras acciones desde el poder. Por ejemplo, este es el caso de Jenny Durkan, hoy alcaldesa de Seattle, Washington, quien expresó que su primera inclinación frente a esta elección fue resistir. Con este fin participó en marchas con miles de personas que también protestaban contra las acciones divisivas y los ataques de Trump contra la dignidad, la igualdad y la democracia. Inclusive mandó hacer miles de calcomanías con una sola palabra: "Resiste". Luego, una semana después de la posesión de Trump, él decretó una orden anticonstitucional prohibiendo el ingreso de los musulmanes a los Estados Unidos. En ese momento, Durkan se dio cuenta que resistir no era suficiente y que tenía que actuar de forma más contundente.

Para enfrentar la orden de Trump, Durkan, como abogada, organizó a un grupo de colegas con el fin de prestarle asistencia jurídica gratuita a los viajeros musulmanes que llegaban a Estados Unidos. Al final, su equipo de juristas logró que las cortes frenaran la orden presidencial. Esta experiencia le enseñó dos valiosas lecciones: (1) no se puede esperar que el poder central por si solo ofrezca la mejor opción de vida a las personas y (2) que el liderazgo para mejorar las comunidades debe surgir a nivel local. Con esto en mente, en mayo del 2017, cuatro meses después de enfrentar a Trump en las cortes, Durkan se lanza a la alcaldía de Seattle, cargo que obtiene en noviembre del mismo año.

Un sentimiento similar lo experimentó Amy McGrath, quien después de enlistarse en la marina como resultado del ataque terrorista del 9/11 y de haber luchado como piloto de combate en Irak y Afganistán, la noche de la elección de Trump se sintió decepcionada de su país. Ella explica que las noticias falsas, los ataques personales, la influencia de potencias extranjeras en las elecciones, la instigación al divisionismo, y la falta de verdad y decencia, son características que no hacen parte del país por el cual ella arriesgó su vida. En lo personal manifiesta su "repulsión" por la figura de Trump y todo lo que él representa. Teniendo como meta principal ayudar en la situación precaria en la que muchos veteranos de guerra viven, McGrath decidió lanzarse en campaña para una curul a la Cámara de Representantes de los Estados Unidos por el Estado de Kentucky. Elección que perdió en noviembre del 2018 por un margen de 47.8% de los votos contra un 51% obtenido por su opositor, el Representante Republicano en funciones, Andy Barr. Actualmente y siguiendo su filosofía de pensar siempre en grande, Amy McGrath nuevamente está compitiendo contra uno de los más poderosos aliados de la administración Trump, el Senador Republicano, Mitch McConnell, actual Presidente del Senado.

Aviso publicitario de Amy McGrath en su campaña del 2018

La participación en eventos políticos multitudinarios es otro factor que convenció a algunas personas a postularse para un cargo de elección popular. Este es el caso de Shoshanna Kelly, quien fue electa al Concejo de Nashua, New Hampshire en el 2017. Su decisión de competir por esta posición se originó cuando asistió con sus hijas a la Women´s March [Marcha por la Mujeres] que se realiza anualmente en Washington D.C. en enero. Ella dice que la inmensa masa reunida "le quitó el aliento." En ese momento entendió que las más de 200 mil personas congregadas la podrían ayudar a cumplir la promesa que le había hecho a sus hijas, la de pelear por un mejor país. Cuando entendió que todos unidos podrían lograr los cambios necesarios, fue tanto el impacto emocional, que se alejó del grupo que la acompañaba y se puso a llorar. Dice recordar como sus copiosas lagrimas se deslizaban sobre sus mejillas congeladas por el frío invernal. Para ella había llegado el momento de tomar las riendas del asunto, pues veía que era una pérdida de tiempo seguir tratando de convencer a oponentes para que le dieran su ayuda. Era necesario buscar líderes inteligentes, dispuestos a escuchar y a trabajar duro por personas de todas las razas y sectores del país.

Es importante anotar que como resultado de la derrota Demócrata del 2016, frente a Donald Trump, y después de no obtener el control en la Cámara de Representantes y el Senado, el partido desarrolló una estrategia electoral para empezar a recuperar el poder perdido. Un punto de este plan fue identificar a futuros candidatos entre las personas que eran miembros activos de movimientos sociales y participaban en eventos políticos, como las marchas. Parte de este trabajo fue desarrollado por el National Democratic Training Committee, con el respaldo de organizaciones como: el AAPL Victory Fund que apoya a candidatos de origen asiático y de las islas del Pacífico, The Collective PAC , grupo que estimula la participación de candidatos afroamericanos, el Latino Victory Project que respalda candidatos latinos, el Victory Fund que fomenta a aspirantes de la comunidad LGBTI y múltiples grupos como EMILY´S LIST y EMERGE AMERICA comprometidos en impulsar el liderazgo de la mujeres en la política. Por supuesto, detrás de estas alianzas entre organizaciones, hubo un gran número de consultores dedicados a apoyar la capacitación y asesoría de muchos de estos nuevos candidatos. Todo este trabajo en conjunto fue una de las razones que generó lo que en su momento se llamó "La Ola Azul", nombre que se le dio a la importante victoria que el Partido Demócrata obtuvo en las elecciones del 2017. Este momento político fue reseñado por la revista TIME en su artículo central y en su portada, bajo el titulo: "Los vengadores, primero marcharon y ahora compiten como candidatos".

Por supuesto, el proceso de preparación de líderes políticos es una actividad que no solo beneficia a futuros candidatos sino a todas las personas involucradas en su capacitación. Sobre esto, Andrew Gillum, candidato Demócrata a la Gobernación de la Florida en el 2018, va más allá de su caso personal señalando las múltiples dificultades para lograr que jóvenes líderes sean electos. Entre ellas, el hecho de que comparativamente, la mayoría cuentan con menos fondos que sus competidores para pagar una campaña, y que debido a su corta edad son menos conocidos que sus oponentes, quienes han tenido más oportunidades para construir redes de apoyo.

Gillum recomienda que todo candidato desde un principio debe identificar a los grupos sociales que potencialmente lo pueden elegir y hablarles a ellos de la forma más franca posible. Reflexionando sobre su propia experiencia, recuerda que en el 2003 cuando se lanzó como candidato para el Concejo de Tallahasse, Florida, uno de los sectores claves para alcanzar la victoria fueron los estudiantes universitarios, por lo que su campaña dedicó bastante esfuerzo a llegar a esta población joven. Su mensaje consistía en que con su elección al Concejo, los estudiantes iban a tener una voz en el gobierno de la ciudad. Esto sirvió para que muchos de ellos participaran no solo votando por él, sino adelantando labores proselitistas de la campaña.

La lucha por los derechos de grupos marginados es otra razón que muchos personajes esgrimen para iniciar su carrera política. Este es el caso de la líder latina, Michelle Lujan Grisham, hoy Gobernadora del Estado de New México quien dejó su lucrativa carrera como abogada después de ser testiga presencial de las precarias condiciones en las que vivían ancianos y otras personas con serias limitaciones físicas. Ella simulando una parálisis y con la ayuda de doctores amigos, ingresó a una institución de "cuidados especiales" donde pudo observar la forma como los trabajadores se burlaban de los ancianos cuando estos les preguntaban por correo de sus familiares o cuando pedían prestado el teléfono. Fingiendo serias dificultades de movilidad, ella misma fue víctima de maltratos por parte de los enfermeros quienes no le ayudaban a alimentarse y tampoco le suministraban los medicamentos que le habían recetado. Lo más dramático es que la misma falta de atención ocurría con personas que necesitaban calmantes para el dolor. Grisham comenta que, al poco tiempo de estar recluida en este establecimiento, todas sus pertenencias fueron robadas mientras dormía, incluyendo un anillo de diamante falso. Poderle mejorar la vida a pacientes de este tipo de instituciones se convirtió en una meta que aún hoy la motiva, especialmente en los momentos difíciles cuando es atacada por sus enemigos políticos.

Nelson Araujo, electo Secretario de Estado de Nevada en el 2018 y anteriormente desde el 2015 miembro de la Asamblea del mismo distrito electoral, comenta que también la lucha por los derechos de grupos marginados fue una de las razones que lo motivó a involucrase en política. Él agrega que su interés por ayudar a la población hispana inmigrante nació del mismo seno familiar, pues cuando era niño su madre emigró de El Salvador y se radicó en La Vegas, donde sostuvo a su familia limpiando cuartos de hoteles. Araujo paso su niñez en la calle 28 de esa ciudad, un vecindario dominado por las mafias e infestado de violencia. Su pasatiempo favorito era jugar en un negocio con máquinas de lavar ropa, siempre esperando que algún cliente olvidara monedas en los aparatos, para así poder divertirse con vídeo juegos o comprar dulces. Aún hoy recuerda las manos deterioradas de su madre, producto del esfuerzo que ella tenía que hacer para limpiar los baños con los productos de baja calidad que le daban sus jefes. Un día, él y su hermana decidieron no arreglar la casa y cuando su progenitora llegó cansada del trabajo, tuvo un ataque de depresión y les dijo: "Todos mis esfuerzos son para que ustedes puedan vivir la vida que yo no pude." Este recuerdo lo impulsa cada día a trabajar más duro por la comunidad latina, sobre todo para que otras personas como su mamá siempre sean tenidas en cuenta en las decisiones del gobierno.

Realizar una labor previa en un movimiento social fue una razón que llevó a Helen Gym a participar y ganar un puesto en el Concejo de la Ciudad de Filadelfia en el 2015. Gym empezó trabajando como organizadora de grupos de base en Filadelfia con el fin de defender y mejorar los colegios públicos de la ciudad. Su labor en estas organizaciones le dio una visión diferente al quehacer político. Ella observa que mientras algunos líderes definen las campañas pensando en términos de elecciones, candidatos y alianzas partidarias, ella entendía que la política no empieza con los candidatos, sino con el "sentido de nosotros", desde la comunidad. Se inicia organizando la gente y construyendo movimientos. En su trabajo para mejorar la calidad de educación ella tuvo que forjar muchas alianzas con otros grupos interesados en temas tan diversos como las reformas judiciales, el mejoramiento habitacional para grupos marginados y diversas organizaciones sindicales que representaban personas de bajos salarios como empleados de cafeterías y de mantenimiento de edificios.

Gym cuando trabajaba en los movimientos sociales, se sentía realizada con la labor que adelantaba en la comunidad, pues percibía que estaba construyendo poder a favor de grupos carenciados que necesitaban una mejor educación pública. Sin embargo, al acercarse las elecciones para el Concejo del 2015, ella empezó a buscar al candidato ideal que apoyara todo por lo que su organización había luchado, pero no lo encontró, hasta que se dio cuenta que ella era la líder indicada. Este momento de autoreconociento de ser el mejor candidato disponible para un puesto político, es otro elemento que motiva a muchas personas a meterse en la contienda electoral. En su relato, Gym habla de las múltiples ventajas y dificultades que tuvo el transferir su visión y sus habilidades desde su posición como activista de un movimiento social a las nuevas exigencias que requiere el terreno electoral. Concluye diciendo que: "Nosotros, la gente del común, hemos construido el establecimiento y el sistema político que queremos y que merecemos. En las horas más oscuras de la historia, han nacido y se han fortalecido los movimientos políticos, y nunca pararé de pelear por mantener con vida ese espíritu."

El poder reconocerse como candidato requiere un proceso de autoconocimiento que en algunas ocasiones se logra en soledad y en otras con la ayuda de amigos y conocidos. Este último es el caso de Alexandra Chandler quien compitió en el 2018, en las elecciones primarias para elegir al candidato del Partido Demócrata para la Cámara de Representantes por Massachusetts. Pese a su impecable hoja de vida donde se destacan estudios universitarios en Derecho e Idiomas y trece años de experiencia en el Servicio de Inteligencia Naval de los Estados Unidos, siempre le asaltaban las dudas sobre su capacidad para asumir un cargo de elección popular. Este autocuestionamiento concluyó el día en que un amigo le preguntó si conocía a otra persona más calificada que ella para ser la próxima Representante de su distrito, y si teniendo en cuenta el actual momento que vive su país, con Trump como Presidente, ¿Cómo se sentiría si ella decidiera no participar? ¿Qué le diría en un futuro a sus hijos sobre lo que ella hizo para ayudar? ¿Si atendió el llamado a servir cuando este se le hizo? Las respuestas la llevaron a presentar su nombre como precandidata.

El atractivo de la adrenalina en el proceso electoral es otro motivo por el cual muchos candidatos compiten. Si algo en común tienen la mayoría de los relatos publicados en este texto, es la opinión de que participar exitosamente en una campaña electoral es una labor mucho más difícil de lo que inicialmente los candidatos se imaginan. Sin embargo, muchos de ellos encontraron que pese a todas las dificultades que vivieron, fue una de las actividades más gratificantes de su vida. De hecho, algunos decidieron inscribirse como candidatos, porque ya habían tenido la experiencia de trabajar en campañas para otros líderes y les había quedado gustando las dinámicas físicas y psicológicas que se viven en estas competencias.

Heather Ward electa en el 2017 para el Concejo Escolar del Distrito de Tredyffrin/Easttown en Pensilvania, comenta que al principio pecó de ingenuidad al pensar que una elección local iba a ser fácil, pero muy pronto chocó con la realidad de que debía desarrollar muchísimas actividades para alcanzar una participación electoral decorosa. Estas tareas iban desde recolectar firmas para postularse como candidata hasta solicitar dinero, diseñar el material publicitario y organizar redes sociales. Además, su plan de campaña le exigía conocer y dialogar con miles de votantes. Ella recuerda haber tocado en muchas puertas de desconocidos para presentarles su programa y solicitarles su apoyo. En ocasiones, era una actividad que le costaba hacer, pero sabía que este esfuerzo demostraba su resolución de ganar. De hecho, el día de las elecciones, muchos electores le comentaron que sus visitas fueron el factor que los decidió a votar por ella. Especialmente recordaban situaciones como cuando la candidata llego a sus hogares pese a una lluvia torrencial o a temperaturas de 38 grados centígrados. Ward comenta que también como parte de su campaña tuvo que hacer muchísimas llamadas telefónicas solicitando apoyo a la comunidad. Esta actividad tampoco fue fácil, pero se encontró que había personas que se decidieron a participar en las elecciones gracias a sus llamadas. Tampoco fue sencillo hablarle a grupos de cientos de personas, aunque en la medida en que estos eventos se realizaban, ella se sentía menos intimidada.

Por supuesto, Ward recuerda que en cualquier campaña van a haber momentos cuando el candidato se sienta exhausto, y se pregunte si realmente todo este esfuerzo vale la pena. Se va a encontrar con personas que al visitarlos, "le tiran la puerta en las narices." Va a exponerse a ser víctima de actitudes sexistas y discriminatorias. Sus oponentes van a producir propaganda negativa contra usted con el fin de que mucha gente cuestione su capacidad. Inclusive van a llegar situaciones en que dude de si misma y se sienta como una impostora, como alguien que pretende ser algo que realmente no lo es. Nada de esto lo debe frenar si realmente quiere hacer un cambio en su comunidad. Cuando usted "colapse" en el piso de la cocina después de que se cerraron los puestos de votación, cuando no tenga nada más que darle a su campaña, va a sentir la paz y la satisfacción de haberle dado todo lo posible a su gente. Es un momento de tranquilidad interior donde ya solo se puede confiar en que todo saldrá bien.

Reflexionando sobre su experiencia electoral, Ward ofrece 10 consejos para futuros candidatos: (1) Nunca olvides el por qué estás haciendo esto. No ignores a los niños (y a otras personas) que ves con miedo o llorando; (2) Solicita ayuda cuando la necesites; (3) No te preocupes por la ropa que te pones. Esta es otra pelea, ponte lo que quieras; (4) Nadie ha muerto por hacer llamadas telefónicas a sus posibles votantes, y usted no va a ser el primero; (5) Cada voto cuenta. Esto implica que usted debe golpear en todas las puertas, así sea en sitios donde no quiera. Esto significa que usted debe hacer todos los recorridos programados por su director de campaña, así se sienta muy cansado; (6) Duerma cuando pueda y donde pueda, excepto en la clase si aún es estudiante; (7) un chocolate (o su golosina favorita) pueden resolver muchos problemas; (8) Hable con sus padres. Ellos le pueden ayudar a resolver las dificultades que su dulce favorito no puede; (9) Diga "si" a todo, inclusive cuando le de miedo. Especialmente cuando le de miedo; (10) Cuando la gente le diga que algo no se puede hacer, hágalo de todas formas, siga su instinto como candidato.

Ward concluye su capítulo diciendo que si usted tiene la suerte de ser electo, no dé por hecho este logro. Obtener una posición por elección popular es un gran honor y privilegio. Disfrute cada momento de esta experiencia.

Ashley Bennet quien en el 2017 fue electa para la legislatura del condado de Atlantic en New Jersey también habla de la emoción y adrenalina que le produjo participar como candidata. Para ella, este rol fue muy difícil y requirió mucho coraje, por lo que advierte no dejarse engañar por personas que le digan que esto es fácil. Cuando usted inscribe su nombre para representar a un grupo, automáticamente se está colocando en una posición de vulnerabilidad. Es como si estuviera invitando a otros a que lo critiquen. Es por esto que muchas personas prefieren no postularse. Afirma que cuando se es candidata por primera vez, se afronta una curva muy empinada de aprendizaje, pero frente a tantas dificultades ella siempre encontró su determinación a seguir adelante. Una fuente para fortalecer su voluntad fue el poder hablar con otros candidatos y amigos que creían en ella. Muchas de estas personas terminaron ayudándola en los momentos difíciles de su campaña. Emociones como la rabia también fueron un motivador para continuar en la lucha electoral. Bennet recuerda que, en una marcha a favor de los derechos de las mujeres, un comentarista conservador se burlaba abiertamente de las participantes del evento, mofándose de que esa noche no iban a llegar a tiempo para cocinar la cena de la familia. Su respuesta a este personaje después de su victoria electoral fue que, si bien ese día la cena se había servido en su casa un poco más tarde, si le había alcanzado el tiempo para convertirse en candidata y ganar la elección.

Tener un mentor que los guíe en el mundo de la política, es otra razón que ha hecho que muchas personas decidan presentarse como candidatos. Este es el caso de Barbara Lee, miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos desde 1998. Ella se inició en actividades electorales gracias a una clase de Ciencia Política en el Mills College de California, cuando para cumplir un proyecto, contactó a la entonces Congresista Shirley Chisholm, primera mujer afroamericana elegida para este cargo, quien en ese momento se postulaba para competir por la candidatura presidencial del Partido Demócrata para las elecciones de 1972. Lee quien ya militaba en el grupo radical Black Panthers invitó a Chisholm a hablar en el campus y para sorpresa de todos, la congresista aceptó. Este evento generó la primera reunión entre estos dos personajes, donde la joven militante se convenció de abandonar algunas de sus posturas antisistema, inscribiéndose a votar y empezando a trabajar en la campaña de Chisholm. Lee explica que su atracción hacia la congresista se debió a que fue la primera política que escuchó hablando de los temas que a ella le importaban. Aunque la campaña presidencial de Chisholm al final no tuvo éxito, si le permitió a Lee ir como su delegada a la Convención Demócrata del 72, donde fortaleció su red de contactos con otros miembros del partido.

Pensando en la influencia que tuvo Chisholm en su carrera política, Lee dice que una de las lecciones más importantes que aprendió de la líder fue "el poder de desafiar." Ella explica que cuando decidió lanzar su propia candidatura se encontró con personas que le decían que no lo hiciera, que era una causa imposible de ganar, pero insistió porque se dio cuenta que estas mismas personas se sentían intimidadas por su honestidad y valentía para hacer política. Era una forma de actuar que veía necesaria para lograr los cambios que se había propuesto. Lee agrega que hoy no sería congresista si no fuera por líderes como Chisholm y muchas otras que la antecedieron en esta lucha. Mujeres que vivieron en tiempos de abierta discriminación, segregación y hasta violencia racial, horrores que solo fortalecieron su voluntad para crear un mundo mejor. La sabiduría y guía de sus mentores le permitieron recorrer un sendero que se inició viviendo situaciones de segregación racial cuando era niña y que hoy la tienen en la posición de Congresista de los Estados Unidos. Es un camino guiado por el precepto de siempre decirle la verdad a las personas con poder y no dejar que nada se interponga en la voluntad de luchar por sus objetivos. Hoy Barbara Lee es un referente para muchas mujeres pertenecientes a grupos minoritarios que quieren continuar luchando por los derechos de sus comunidades.

Otro ejemplo de la influencia que tuvo la relación con un mentor para decidirse a ser candidato le ocurrió a Daniel Hernández quien en el 2016 fue electo como Representante en la Cámara Estatal de Arizona. Su mentora, la ex-Representante Gabrielle Gifford, lo conoció trabajando para ella como voluntario en una de sus campañas de reelección. Desde un principio él la admiraba por ser una líder "precoz y rudimentaria". La veía como una mujer joven, dinámica y genuina, de esas que no le da la mano a los votantes, sino que los abraza. Su amistad con "Gabby" se cimentó al poco tiempo de empezar a trabajar en su campaña, cuando su comitiva sufrió un atentado visitando un supermercado cercano a Tucson, Arizona, el 8 de enero del 2011. El resultado del ataque fue de seis personas muertas y más de una docena de heridos. Una bala le atravesó la cabeza a la congresista y se encontraba en el suelo desangrándose, cuando Hernández decidió ponerla de pie y abrazarla hasta que llegaron los paramédicos. De acuerdo con los partes clínicos este acto de valentía, en medio de un tiroteo, le salvó la vida a Gifford. Su hazaña de valor fue reconocida por la prensa y por las máximas autoridades del país.

Después de este evento, Hernández empezó a pensar en estudiar medicina, hasta que un día le comentó sobre sus planes a Gifford, quien le preguntó por sus razones. Él le respondió que era para ayudar a la gente, y ella le explicó que había otras formas para asistir a su comunidad, la cual no estaba bien representada en la Cámara Estatal. Esta conversación al final lo hizo repensar sus planes y postularse para la candidatura que conquistó en el 2016. Hernández concluye diciendo que inclusive la pregunta de un mentor que lo haga a uno pensar puede hacer la diferencia en la trayectoria de vida de una persona.

Seguir el modelo de liderazgo político de alguna figura importante es otra razón que se menciona para convertirse en candidato. A diferencia del mentor donde hay una estrecha relación entre el maestro que guía y sus discípulos, la figura del modelo de liderazgo no requiere que exista una cercana relación entre la persona que es admirada y sus simpatizantes. Por ejemplo, muchos de los líderes incluidos en este trabajo mencionan la importancia de la figura del expresidente Obama en su decisión de lanzarse como candidatos. Uno de los momentos claves lo recuerda la ahora Senadora por Illinois, Tammy Duckworth, cuando a pocos días de que la administración Trump asumiera el poder, Obama en su discurso de despedida dijo: "Si sus funcionarios electos lo decepcionan, tome una tablilla con sujetapapeles, obtenga algunas firmas y postúlese usted mismo para un cargo electoral."

Por supuesto seguir un modelo de liderazgo no significa copiar totalmente lo que hizo otro líder político. La importancia de ser un dirigente genuino se enfatiza en el mensaje que deja al final de su capítulo, Kwame Raoul, electo Procurador General de Illinois en el 2018. Él concluye: "Cuando los votantes manifiestan que están cansados de los políticos, con frecuencia lo que quieren decir es que están aburridos de candidatos y funcionarios públicos que tratan de seguir el mismo molde de liderazgo de los demás. Si yo aconsejara a alguien que quiere lanzarse a un cargo electoral, le diría que primero debe conocerse a si mismo antes de solicitarle a otros que voten por él. La comunidad no necesita a otro Abraham Lincoln, o a otro Martin Luther King o a otro Barak Obama. La gente lo necesita a él."

Elementos culturales como libros, películas y canciones también son una fuente de inspiración para que algunas personas tomen la decisión de postularse como candidatos. Por ejemplo, Kate Brown, quien resultó electa como Gobernadora del Estado de Oregón, recuerda que un libro que la inspiró para participar en política a favor del medio ambiente fue "Primavera Silenciosa" de Rachel Carson (1962).

"Las Uvas de la Ira" (1939) de John Steinbeck e "Historia de dos Ciudades" de Charles Dickens (1859), fueron también claves para la decisión que Sheila Oliver tomará de presentarse al cargo de Vicegobernadora por el Estado de New Jersey en el 2017. Elección que ganó.

Por su parte, Valerie Hefner, candidata a la Cámara de Representantes por Texas en el 2018, menciona haber recibido inspiración para luchar por este cargo cuando escuchó la canción del grupo Green Day "Troubles Times", cuya letra dice: "Qué parte de la historia aprendimos, cuando esta se repite. Algunas cosas nunca se superarán, si no lo buscamos. El mundo deja de girar y el paraíso arde, así que no lo pienses más, vivimos en tiempos difíciles."

Ver vídeo de la canción:

Conclusiones:

El libro de Kate Childs Grahan ofrece un interesante catálogo de razones que impulsan a las personas para decidirse a ingresar como candidatos en una elección. Hay motivos que para abreviar no se incluyen en esta reseña y otros que se pueden subdividir en varias categorías. Por ejemplo, no es lo mismo participar como candidato debido a que su comunidad ha sido históricamente marginada a que si la persona ha sufrido de esta segregación en carne propia. Adicionalmente, se puede fácilmente pensar en otra serie de razones para participar como candidato en una elección, pero que no son "políticamente correctas" y que como es lógico no están incluidas en este texto de carácter autobiográfico. El trabajo de Grahan constituye un aporte valioso pero que en mi concepto merece ser complementado por otros estudios.

De la misma forma cómo para el dueño de un gimnasio o de una universidad es importante conocer las razones por las cuales las personas se afilian a estas instituciones, para el asesor político es relevante saber las causas reales por las cuales una persona decide lanzarse como candidato en una campaña. Como el texto claramente lo dice, ser aspirante para cualquier puesto electoral es una de las actividades más difíciles que muchas personas van a hacer durante su vida. Tener en claro los motivos por los que alguien se mete en esta empresa, no solo le da una ventaja al consultor cuando recién conoce a sus nuevos clientes, sino que también es un importante recurso para darle energía al candidato en los momentos difíciles que muchas campañas usualmente atraviesan.

 

Este artículo fue escrito por Mauricio Florez Morris, Ph.D. El autor ha sido profesor en las facultades de Ciencia Política y Sociología en University of Maryland, George Washington University, Georgetown University, y North Virginia Community College en los Estados Unidos. En la Universidad del Rosario y la Universidad Javeriana en Colombia, al igual que en la Universidad de Buenos Aires y la Universidad del Salvador en la Argentina.

Su actual interés académico se centra en temas relacionados con los estudios de opinión pública, campañas electorales, marketing, liderazgo y psicología política. Es miembro de la American Association of Political Consultants (AAPC), American Political Science Association (APSA) y la American Sociological Association (ASA), al igual que de la Asociación Colombiana de Consultores Políticos (ACOPOL). Ha trabajado en campañas electorales para organizaciones afiliadas al Partido Demócrata en los Estados Unidos.

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