top of page
  • Mauricio Florez Morris, Ph.D

"Michelle y Obama," una película imperdible para el estudio de liderazgo político.


La película "Michelle y Obama" (título en inglés: "Southside With You"), estrenada en agosto del 2016 en los Estados Unidos y que ya está en las salas de cine de varios países latinoamericanos, narra de forma amena, veraz y hasta pasional los eventos ocurridos durante la primera cita entre Michelle Robinson (de 25 años) y Barack Obama (de 28 años) en Chicago durante el verano de 1989. Aunque este filme está dirigido al público en general, el cual seguramente lo encontrará bastante entretenido, la película entra en la categoría de "imperdible" para los interesados en el estudio de liderazgo político. Durante los 84 minutos de filme se van desarrollando diferentes elementos de los perfiles culturales, sociales, psicológicos y políticos de los dos personajes, al igual que ofrece importantes reflexiones de liderazgo que discutiremos a continuación (ver tráiler).

 

La película es exitosa mostrando parte de la enorme riqueza cultural de la población afroamericana donde Michelle y Barack desarrollan sus vidas. Hay varias menciones de programas de televisión, poesía, música y filmes que fueron importantes en la formación de los dos personajes. Uno de los momentos más interesantes es cuando ellos visitan la exhibición de pinturas de Ernie Barnes y evalúan el significado de estos cuadros. Un segundo momento, donde el contexto cultural es bastante relevante, ocurre cuando la pareja sale de ver una película y frente al teatro se encuentran con otra pareja de conocidos blancos, quienes después de ver este filme tienen una lectura totalmente diferente del mismo. Durante la charla, Barack substituye su visión afroamericana de la cinta por una explicación que convence a la pareja blanca. Este es un buen ejemplo que muestra como la cultura influye en la forma como interpretamos muchos eventos, inclusive los políticos. De hecho, luego de este encuentro fortuito entre las dos parejas, Michelle también ofrece otra lectura bastante valiosa, desde el punto de vista feminista, de la conversación.

Elementos sociales también están presentes durante la película. Ambos personajes se identifican con familias de clase media trabajadora, que por diferentes medios han logrado escapar de los guetos donde predomina la droga y la violencia. Mientras Michelle es parte de una familia tradicional, con un padre operador de bombas hidráulicas que cursó parte de la universidad con mucho esfuerzo y con un hermano que se destacó como jugador de basquetbol, Barack es producto de una familia dividida en muchos aspectos. Esto lo llevo a tener una relación lejana con su padre afroamericano, a vivir con su madre de raza blanca en Yakarta (Indonesia) hasta los 10 años y luego a mudarse con su abuela a Hawái para tener un mejor futuro. Un tema central en el filme es la importancia que ellos le dan a la educación como herramienta no tanto para lograr una mayor estabilidad económica sino para obtener felicidad. En otro momento de la película Obama habla sobre las anteriores relaciones amorosas que había tenido con novias blancas y explica porque no prosperaron.

La película también explora varios aspectos psicológicos de los personajes. En varios diálogos vemos como expresan y justifican miedos, tristezas, rabias y esperanzas. Hay momentos de mutuo cuestionamiento y otros instantes de auto-reflexión. Uno de los aspectos que más los perturba es la incompatibilidad que encuentran entre sus trabajos en una firma de abogados que sirve a grandes corporaciones y su deseo de hacer más trabajo social. Por ejemplo, Michelle expresa su frustración diciéndole a Barack que realmente "no hay contribución en nuestro trabajo, solo la ilusión de nuestra contribución." Su trabajo es justificado en parte por la necesidad de pagar sus deudas adquiridas durante su preparación universitaria. La complejidad del perfil psicológico de estas dos personas también se nutre con descripciones de sus actividades juveniles, como el uso de marihuana por parte de Barack o las complejas relaciones que ambos tenían con sus padres.

Para los Obamas de 1989, la dimensión política aún no está muy desarrollada. Ellos se centran en la importancia que le atribuyen al trabajo comunitario. Para el momento de esta cita, Barack ya había trabajado como organizador comunitario en Chicago luchando a favor de sacar los tubos con asbesto de los edificios de gente pobre. Michelle por su parte, también había trabajado pro-bono a favor de los derechos de las mujeres por dos años.

Una de las escenas con mayor contenido político ocurre cuando la pareja llega a un consejo comunal y Barack tiene que hablarle a un grupo de afroamericanos que se sienten abandonados por el Estado. En su charla, Barack menciona a Harold Washington, el primer alcalde negro de Chicago, para indicar cómo hasta el político mejor intencionado no puede lograr todo lo que se propone. Barack agrega que muchas veces no es que los políticos no quieran ayudar, sino que ellos piensan que no pueden hacerlo y les da miedo fracasar. Desde esta visión surge el famoso eslogan de campaña "yes we can", (si nosotros podemos), que acompaño a Obama durante toda su carrera política. Según Barack, la clave para avanzar una causa política no está en imponer los intereses de un grupo sobre otro, sino la de buscar alternativas de forma tal que los intereses de una comunidad coincidan con los objetivos del gobierno. Desde esta perspectiva, Barack le ayuda a esta comunidad a replantear su solicitud para construir un centro comunal en el barrio.

 

En conclusión, este largometraje es valioso porque la riqueza y complejidad de los personajes refuerza el mensaje de que todo líder tiene una dimensión humana. El Barack de este film es un ser imperfecto que fuma, maneja un Nissan Sentra destartalado, llega tarde a las citas, y a la hora de hablarle a la gente común, tiene dificultades debido al lenguaje académico que usa. Esta historia también retrata la típica dinámica de la primera cita, donde ambas personas tienden a prejuzgar al otro para luego darse cuenta de sus equivocaciones. Otro valor de esta cinta radica en que estimula al espectador a seguir investigando sobre el desarrollo político de estos personajes. Aunque el filme solo trata del primer día en la vida de esta pareja, la información que nos presenta permite entender los altos sacrificios que estos dos personajes tuvieron que vivir antes de que Barack Obama llegara al Senado. A diferencia de otros políticos que escogen esta carrera como un medio para enriquecerse, en el caso de los Obamas esta decisión implicó asumir muchos sacrificios económicos, los cuales no hubieran experimentado de haber decidió explotar su profesión en una prestigiosa firma de abogados.

Primera danza de la pareja presidencial

 

Esta reseña fue escrita por Mauricio Florez Morris, Ph.D. Profesor de la Especialización en Opinión Pública y Mercadeo Político de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia.

129 visualizaciones0 comentarios
bottom of page